Aun cuando no conozcamos el lenguaje M, sabemos que el editor de consultas es el lugar en el que vamos a definir las transformaciones a aplicar a las tablas a las que nos hayamos conectado (los procesos ETL que van a cargar, transformar y guardar los datos). Este listado de tablas se muestra a la izquierda de la interfaz. Y comprobamos que este bloque (en rojo en la siguiente imagen) aparece encabezado con el nombre de “Consultas”, por lo que -de forma intuitiva- podríamos tender a asociar el concepto de “consulta” al concepto de “tabla”:
Sin embargo, esto no es del todo cierto. En realidad, una consulta es una expresión M que va a devolver un valor, valor que será de un cierto tipo: puede ser una tabla tal y como ocurre cuando nos hemos conectado a un libro Excel, por ejemplo, para leer una o varias tablas de éste (caso mostrado en la imagen anterior), pero la consulta también podría devolver un valor de tipo número entero, texto, o de otros tipos que veremos más adelante.
Si hacemos clic en el nombre de una consulta veremos -en la parte central de la interfaz- el valor que devuelve. En la imagen anterior se ha seleccionado la consulta Subcategory y el resultado devuelto (la tabla Subcategory transformada) aparece en el centro de la interfaz (en naranja). El nombre de la consulta se muestra en la parte superior del lateral derecho (en verde) y los pasos que definen la consulta se muestran justo debajo, en el bloque Pasos aplicados (en azul).
Es posible identificar el tipo devuelto por una consulta fijándonos en el icono que aparece a la izquierda de su nombre en el panel de consultas. Así, en nuestro ejemplo, las ocho consultas que existen devuelven tablas:
